ALBAform: ¿Cómo llegó una empresa checa de Moravia del Sur a Norteamérica y por qué?

Hace treinta y dos años, Jan Maděřič y su esposa Hana Maděřičová se convirtieron en padres de una empresa completamente nueva. La pareja vivía en Břeclav, en el sur de Moravia, donde se cultivaba vino y las tradiciones folclóricas. Sin embargo, ellos se decidieron por un campo diferente: fundaron una empresa familiar centrada en el desarrollo, producción y diseño de componentes metálicos para la industria automotriz. Y como vemos hoy, su decisión fue exitosa.

Jan Maděřič era un hombre con un gran corazón. No tenía miedo a los grandes sueños y luchó duro por ellos con su propia ferocidad. Antes de dedicarse al negocio, trabajó como ingeniero de tráfico, por lo que estaba acostumbrado a ser sistemático. Gracias a su carácter analítico, pudo crear un plan perfecto, completamente comprensible y factible.

Mi papá fue un gran visionario. Los tiempos estaban de su lado, el mercado abierto estaba tomando forma nuevamente y él aprovechó las oportunidades. Tenía los ojos abiertos y sabía que quería hacer negocios. La producción de metales le gustó porque quería tener su propio producto, quería crear valor real”, describe a su padre Monika Vintrlíková, más tarde fundadora de ALBAform.

Hana Maděřičová asumió otra función importante en la empresa: la gestión financiera. Tenía bajo su control el funcionamiento interno de la empresa, los recursos humanos y la contabilidad. Además, comunicaba con las autoridades; a su marido no le gustaba para nada esta parte, por lo que los socios de vida y de negocios se complementaron perfectamente en este sentido.

La hija mayor, Monika, se incorporó al negocio familiar a los dieciséis años. Hablaba inglés, por lo que iba principalmente a reuniones en el extranjero. “Viajé por toda Europa occidental con mi padre. También traduje muchas cartas, tal vez todavía se enviaban por fax o por correo. Fui asistente en el departamento de ventas y después de la escuela comencé a trabajar de tiempo completo en la empresa”, recuerda.

Jan Vintrlík se unió a la empresa de la familia Maděřič justo después de graduarse. También al departamento comercial, como su futura esposa. Así fue como los jóvenes se conocieron y en dos años, Jan pasó oficialmente a formar parte de la familia.

Hoy Monika Vintrlíková como directora ejecutiva y Jan Vintrlík como director de operaciones están liderando a ALBAform. En 2020, Jan Maděřič y su esposa Hana entregaron su obra con los sellos necesarios de las autoridades a la segunda generación: sus hijas. Después de más de veinte años de funcionamiento exitoso, la dirección ha cambiado y ALBAform se ha vuelto más fuerte que nunca: con una planta de producción en la República Checa y los Estados Unidos de América, y en 2022, México, específicamente Querétaro, entró en el juego. ¡Pronto comenzaremos la producción allí!

ALBAform se actualmente especializa en el desarrollo, producción y diseño de piezas metálicas para su uso en la industria automotriz, la agricultura y la movilidad eléctrica. La parte principal de la producción es el doblado CNC de perfiles de alambre y tubos, la soldadura robotizada y su posterior ensamblaje.

Utilizando las últimas tecnologías, fabricamos productos de la más alta calidad, teniendo en cuenta las necesidades individuales de los clientes, para que puedan utilizarlos con confianza en las industrias mencionadas.

Una empresa exitosa es aquella que no se queda en un solo lugar, sino que avanza constantemente. En nuestra opinión, es fundamental que la empresa siga creciendo y ofreciendo más capacidades de producción y opciones para sus clientes. Por ello, en 2011 decidimos ampliar estas capacidades en el mercado americano. Además, tras la crisis del COVID decidimos integrarnos más verticalmente e invertir en nueva maquinaria para no depender de los proveedores externos. Todo esto requiere nuevos empleados talentosos y capaces.

„Dado que tanto en la República Checa como en los EE.UU. el número de trabajadores de este tipo es limitado, estamos avanzando en la optimización y nuestra filial de producción en México tendrá el mayor crecimiento este y el próximo año. En la República Checa tendemos a desarrollar internamente nuevos procedimientos tecnológicos, mientras que en EE.UU. queremos estabilizar y mantener nuestra producción aproximadamente al mismo nivel que en los últimos dos años”, revela Monika.

Actualmente contamos con alrededor de 150 empleados en las tres sedes de ALBAform. Estamos buscando nuevos compañeros para la planta de Žďár nad Sázavou, de ahí existe la posibilidad de trasladarse después de un período de prueba a EE.UU. o México. Precisamente para nuestra filial mexicana estamos buscando aproximadamente 30 nuevos miembros del equipo en 2024.